Celia: capacidad de hacer un día hermoso de cada nuevo amanecer.

En el quehacer diario de las cubanas y cubanos, está presente la figura de una mujer incansable, que ni en sus últimos momentos de aliento, perdió la sonrisa, la dulzura y su manera alegre y particular de mirar la vida, con el optimismo de hacer de cada tarea una obra hermosa en beneficio de la colectividad y a favor de los ideales patrios heredados de sus próceres mambises.
Celia Sánchez Manduley, será siempre un ejemplo a seguir en el día a día para el cumplimiento de cada faena, en pos de recoger los frutos del quehacer cotidiano en todos los frentes de esta batalla económica y social que hoy libran, los que como ella, eligieron el camino de la verdad y la lucha constante por un futuro mejor.
El dinamismo, compromiso y la humildad que le caracterizaron, deben ser impregnados en la formación de las nuevas generaciones encargadas a dar continuidad de esta obra, sin dejar a un lado la alegría, jovialidad, la expresión de sus sonrisas o la dulzura del carácter y los deseos de hacer bella la vida, aún en los momentos más difíciles.
En Celia, se juntan el humanismo, la responsabilidad y el decoro. Fue mucho más que la Mariposa que honró el símbolo de la identidad nacional, la temeraria guerrillera que dejó en cada rincón de esta geografía un mito del ejemplo y la virtuosidad de la mujer cubana.
Por esta y tantas razones, recordar a la Heroína de la Sierra y el llano, cuando este 9 de Mayo se cumplen 95 años de su nacimiento, es mantenerla viva y hacer de cada nuevo amanecer un día hermoso, como Celia Sánchez Manduley, hizo de cada uno de los momentos de su vida .

Anuncio publicitario