Mariposa, flor, acero y miel que obtuviste un don divino, el regalo de la tierra para alzar tu figura, ligera cual rosa abierta y perfumada, llena de ternura y besos, para concebir en tu vientre el fruto de la vida.
Para definir en versos las letras de tu nombre, sería necesario tocar el firmamento o tal vez llenar de palomas el fondo marino, aire infinito mujer divina, radiante primavera, verano, otoño, que transformas con tu andar cotidiano tormentas y relámpagos, para edificar las obras imposibles.
En ti se funden el amor y la disposición, simétrica voluntad de acero, nácar y ardiente firmeza para delinear el futuro, semillas plantan tus manos y conducen tus pies seguros y gigantes los frutos luminosos que trazarán el camino.
Agua fresca emana de tus manantiales, madre, esposa, hermana, compañera, combatiente, campesina, maestra, doctora, deportista, valerosa heroína de cuerpo constante, frente vigorosa, paloma y fuego, fuerza que surcas la tierra para guiar a tus hijos a cabalgar sin Tregua hacia metas y objetivos.
5 letras NO bastan para definir el significado de tu nombre, guardiana, acero, miel, fusil, bandera, guerrillera, Patria y Revolución; para el más ávido de los filósofos o poetas implicaría algo quimérico un término para resumir tu estirpe y glorificar tu ejemplo, hacedora del presente y arquitecta de la vida; sencillamente “Mujer cubana”