Hay personas que son optimistas por naturaleza, luchan siempre a pesar de los obstáculos de la vida, se esfuerzan y entregan todo su interés por lograr metas y objetivos, aunque estos resulten difíciles e inalcanzables, para otras.
De pronto una historia, una inesperada historia donde llega esa persona: entonces, el sueño se transforma y embellece la realidad, una realidad casi imposible y llena de obstáculos, por las mismas circunstancias de la vida.
Más resulta inexplicable para esa persona, una respuesta, una actuación, para ese mismo ser humano, que creyó siempre en su autoseguridad, que nunca fue presa de la indecisión, la duda o el temor de actuar de forma inapropiada; la misma que jamás dudó en tomar decisiones, a sabiendas que los reveces son victorias que fortalecen la naturaleza humana, y dejan enseñanzas y la experiencia futura para no volver a errar.
Ahora esa persona reconoce que resulta difícil en algunas ocasiones, creer estar en la cumbre de la seguridad, porque de veras es casi imposible imaginar que la sensibilidad le pertenece por entero y que al unísono existe la posibilidad de estar cubierta por la coraza, que impide la duda.
Esa persona, ninguna vez pensó que un sueño en poco tiempo, podía transformar su vida, su realidad, hacer latir con fuerza su corazón, temblar como una pluma al viento, fijar un brillo evidente en sus ojos y avivar sueños e ilusiones.
Ahora quizás esta persona al fin comprende y está convencida de que los sentimientos, NO son murallas tan difíciles de penetrar y que nunca, nunca una duda puede ser postura o causa, para NO permitir dejar crecer la chispa que tal vez surgió de una ilusión hermosa, aunque unas cuantas frases, varios intercambios de palabras o determinadas circunstancias y algunos contratiempos le confundiesen la realidad.
Como casi la totalidad de los mortales, sin absolutizar, esa persona NO resulta invencible, NO es tan diferente a los demás, puede ser vulnerable y en un momento dado, ser una presa más del terrible mal nombrado inseguridad.
Lo que sería imperdonable para esa persona o un pecado mortal, estaría relacionado con matar los sueños y la esperanza, abandonar la rosa para cultivar los cardos, apagar la luz del sol, para dar paso a la oscuridad, parar el viento o evaporar el mar.