La Convención sobre los derechos del niño fue adoptada en el Fondo de Naciones Unidas para la infancia en 1989 y constituye el tratado internacional más rápidamente ratificado en el mundo.
Este convenio establece el tratamiento a las personas de CERO a 18 años y tiene carácter único ya que protege los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de la infancia y la adolescencia, también es universal por su atención a los niños y las niñas del planeta en cualquier país o comunidad, e indivisible, por su tratamiento jurídico interdependiente.
La convención tiene 4 direcciones temáticas, con una perspectiva de género, bajo el principio de interés superior, al establecer las normas referidas a la protección, la supervivencia, el desarrollo y la participación de los infantes en las tareas sociales.
El Proyecto de Divulgación de este tratado fue iniciado en Cuba en el año 2000, por un acuerdo entre el país y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), con el apoyo financiero del Gobierno de Finlandia y tiene como principal objetivo elevar el nivel de conciencia jurídica y el dominio de las leyes que protegen los derechos de la niñez, por las personas adultas en general.
Dentro de sus propósitos también están, elevar el protagonismo infantil y una amplia participación de los niños y adolescentes en la sociedad, a partir de las estrategias de divulgación que permitan una mayor capacitación acerca del tema del respeto a los derechos humanos de los más pequeños y a su autodeterminación.
Cuando este 20 de Noviembre se celebra el 24 aniversario de la aprobación del Proyecto de Divulgación de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia en Cuba, es válido recordar a todos los gobiernos del planeta, donde la infancia NO resulta de máxima prioridad: una frase Martiana que cada día cobra más vigencia en nuestro país: … “Los niños son la esperanza del mundo” …