Elevar la educación vial desde las primeras edades, a partir del papel formador de la familia, la escuela y la propia comunidad, constituye hoy una responsabilidad ineludible si se tiene en cuenta que la ocurrencia de accidentes en todo el país al cierre de octubre fue la causa de muerte de alrededor de un 15 por ciento de la población cubana.
Para muchos padres es una costumbre regalar una bicicleta al pequeño cuando inicia la etapa escolar, pero, ¿en realidad preparó a su hijo, para la conducción de este medio de transporte? ¡NO siempre!… Simplemente le dio el obsequio, y NO pensó en las consecuencias que puede acarrear salir a la calle, sin el conocimiento debido de las leyes de vialidad.
Muchos ignoran todavía que conducir estos ciclos NO exime del respeto a la ley y es tan común ver a menores de 12 años circular, sin ningún miramiento o seguridad y desde las primeras horas del día, hacia los centros escolares, utilizando para ello arterias restringidas o de riesgo como la Carretera Central, Presidente Gómez, Moncada y Egusquiza.
Por otra parte, para los jóvenes bicicleteros incluidos algunos estudiantes de los DOS Preuniversitarios existentes aquí, parece que las señales del tránsito son imágenes ajenas colocadas en las esquinas, con valor único para los vehículos automotores, y olvidan que sacar la mano para doblar, o guardar la distancia prudencial entre un medio y otro es garantía de vida y de un futuro sano y feliz.
Las acrobacias en medio de la calle, colgarse de un carro en marcha, así como las competencias en la vía, es típico a cualquier hora del día. Pero lo más preocupante resulta ver que a nadie le sorprende o interviene al observar a cuatro estudiantes en una bicicleta; y refiero este ejemplo, porque ahora mismo hasta de asiento sirve el timón o las teteras de la rueda trasera del ciclo…
De tales indisciplinas estaríamos hablando por horas, pero los mensajes NO surtirían efecto si los padres, la familia, la escuela, las autoridades competentes y el resto de la población NO acaba de entender que el combate contra todas las negligencias y violaciones en lo relacionado con el cumplimiento de las leyes de seguridad vial, evita la pérdida de una vida a temprana edad, por la falta de preparación o exigencia.