LA CIUDADdel Rosario en el corazón de Argentina se vistió de gala aquel 14 de junio de 1928, cuando el alumbramiento de un niño sería la esperanza de América y la luz eterna, para los humildes y oprimidos del continente.
El Che fue un extraordinario lector amante dela Historia,la Filosofía y aficionado al ajedrez, de fuerte espíritu de disciplina y autocontrol, laborioso y responsable en su trabajo y el cumplimiento de cada misión, un ejemplo a seguir por los cubanos.
Individuo de carácter y convicciones firmes, de ideología revolucionaria, con raíces profundas y visión de futuro, luchador antiimperialista y defensor de la justicia social, cualidades que deben caracterizar el destino individual, como él mismo escribió: …”El destino de un hombre se puede hacer con fuerza de voluntad,…mi nombre es luchar, morir luchando”
Político, médico, escritor y guerrillero, fue de esos hombres que aún después de muertos irradia luz y trazan el camino para alcanzar cada victoria, con dignidad humana, nos corresponde hoy honrar su nombre dispuestos a luchar por el perfeccionamiento económico ¡5, 10, 15, 20 años, toda la vida si fuese necesario!
Los cubanos recordamos al CHE como el modelo a seguir para construir una sociedad mejor y perdurable, invocamos en cada hombre y mujer de esta tierra, sus ideas, objetivos, sentimientos, laboriosidad, honradez y sinceridad absoluta, del ejemplo de este revolucionario que expresó Fidel:… “prácticamente en su conducta no se le puede encontrar una sola mancha…